Mientras antes consulte mejor. Se ha visto que, en general, las personas que han postergado la consulta de sus problemas, requieren más tiempo para abordarlos. Adicionalmente mantener los problemas tiene consecuencias de diversa índole para su vida y la de sus seres queridos. La consulta a un terapeuta es conveniente para la mayoría de las personas que quieren aclarar dudas, tomar decisiones o desarrollarse como seres humanos. A continuación enumeramos los motivos por los cuales usted puede consultar o buscar ayuda.

Usted por algunos motivos (enfoque del tratamiento, empatía, confianza) puede cambiarse de terapeuta y continuar su tratamiento con otro. Existe una Ficha Única Personal, la que se mantiene en el Centro. El paciente tiene que recibir la ayuda que necesita, sentirse bien y mejorar. El tratamiento es un proceso libre. El(la) terapeuta que lo atienda va a actuar con el máximo respeto a su intimidad. Su terapeuta va a tocar, profundizar y analizar sólo aquellos temas o aspectos de su vida que usted quiera.

El proceso terapéutico es una labor donde, a lo menos, participan el paciente y el terapeuta. En este trabajo resulta fundamental el involucramiento del paciente. Sin paciente no hay terapia y si el paciente no asiste a las sesiones y no cumple con lo acordado con su terapeuta no hay proceso. Por eso, gran parte del éxito de un proceso terapéutico tiene que ver con la motivación del paciente, con su perseverancia y compromiso.

Sigue las indicaciones y/o tareas recomendadas o acordadas con tu terapeuta. Debes asistir periódicamente a tus sesiones para así no truncar los buenos resultados. No cambies ni suspendas tus sesiones, a menos que sea por motivos de fuerza mayor.

Si tienes algún problema con la terapia, convérsalo con tu terapeuta. Si no quedas conforme con la respuesta de él puedes hablarlo con la encargada del centro o tienes derecho a pedir otra opinión con otro profesional del mismo centro.

Usted puede consultar en primera instancia un psicólogo. Él tiene varias alternativas para ayudarlo(a): Él puede hacerse cargo de su caso, especialmente si a usted le afecta un problema que no requiere de remedios, por ejemplo problemas familiares y de pareja. Cuando el caso lo amerite, él puede enviarlo a otro(s) terapeuta(s) dentro del centro que tenga(n) otra especialidad para estudios o terapias complementarias y así trabajar en equipo. El enfoque multidisciplinario, que tenemos en este Centro, favorece al paciente ya que puede ser ayudado por varios y diferentes profesionales.

El número de sesiones dependerá de muchos factores. La mayoría los hemos comentado en la primera pregunta. Normalmente hacemos una sesión a la semana durante el proceso de evaluación. En la fase de terapia dependerá de la interferencia del problema en la vida del paciente para aconsejar una sesión semanal o quincenal. En el 80% de los casos las sesiones son semanales.

La principal diferencia es que el psicólogo no puede recetar porque no es médico y el psiquiatra en cambio, sí. El psicólogo suele ser más experto en las terapias ante los trastornos mentales no severos. Mientras el psicólogo utiliza el diálogo y la reestructuración, el psiquiatra suele utilizar más la medicación para provocar la mejoría.

La terapia intenta cambiar los aspectos que la persona quiere y lucha por ellos, pero no cambia la estructura de la personalidad, ya que éste no es el objetivo de la persona ni de la terapia.

La medicación es imprescindible para ciertos trastornos psicológicos pero sólo en algunas ocasiones, la medicación es útil y aconsejable: en cualquier caso, será el psiquiatra el que administrará, revisará y retirará la medicación en aquellos casos en que estimemos que puede suponer una mejora significativa en el tratamiento del paciente.

La terapia cognitiva conductual ha demostrado su eficacia para tratar la mayoría de los trastornos psicológicos. Como ya hemos comentado, las personas somos diferentes y también lo son nuestros problemas y, por tanto, son diversas las soluciones que se pueden dar. Por diferentes motivos, a veces no es posible la eliminación del problema pero sí se consigue reducirlos de forma muy significativa, y el paciente aprende estrategias de afrontamiento que le ayuden a gestionar situaciones similares que puedan darse en un futuro. En cualquier caso, la terapia es práctica y para conseguir eliminar o reducir los problemas de los pacientes es indispensable su implicación y colaboración en la terapia.

En la primera visita, el consejero te hará muchas preguntas sobre tu vida y sobre cómo te has venido sintiendo durante el año pasado. Él/ella tal vez te pida que traigas a tus padres o tutor para la primera visita. El tipo de ayuda que te ofrecerá dependerá de lo que le cuentes y el tipo de relación que establezcas con él. Los adolescentes frecuentemente traen a algún miembro de la familia u otras personas que son importantes en su vida a algunas de sus sesiones de consejerías para que los ayuden a mejorar su comunicación en este tipo de relación. Otras veces, adolescentes quieren tener tiempo para estar sola con su consejero para explorar sentimientos sin sus padres.